Dar tiempo al tiempo

El trabajo más difícil se lo hemos dejado a las viñas. Nuestra elaboración es esmerada y cuidadosa, a la vez que sencilla: Vendimiamos a mano en los primeros días de octubre. Cada pequeña partida fermenta por separado, extrayendo los aromas y los maduros taninos con la suavidad que exigen los delicados frutos. Finalizadas las fermentaciones, trasladamos el vino a la bodega subterránea, para ser criado - lentamente, despacio...- en barricas nuevas de roble francés y americano. Allí es donde adquiere limpidez, complejidad y elegancia. Lo clarificamos con clara de huevo natural en la propia barrica, tal como se elaboraban antaño los grandes vinos. Tras la clarificación, el vino se embotella y reposa tranquilo hasta conseguir la finura, equilibrio y complejidad de un gran vino.

Este es el origen de Dominio del Cuco; eso queremos con él transmitir: plasmar en el sabor y el aroma de un vino la enorme riqueza y el valor de lo antiguo, de la Tradición, del trabajo bien hecho - lentamente, despacio...- lejos del ruido y de la prisa. Un vino diferente, con carácter, reflejo de la personalidad irrepetible de cada año de vendimia, elaborado con el rigor y el máximo de competencia, Entusiasmo y Audacia que requiere la creación de Un Gran Vino.